Entrevista a Arnaldo Amalric | ​"Mandándoles al Infierno, nosotros ganaremos el Cielo"

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El señor abad y legado 

pontificio Arnaldo Amalric.



Estamos en el quinto año de lucha contra los denominados cátaros o “puros”. Todo el Mediodía francés sufre hoy las consecuencias de la llamada del Papa a tomar la Cruz por la unidad de nuestra madre Iglesia católica. Tenemos con nosotros al abad y legado pontificio Arnaldo Amalric, supremo líder espiritual del ejército cruzado.


- Señor abad, en pocas palabras, dígales a los fieles por qué están luchando.


-“Todos aquellos que han tomado la Cruz en sus vidas saben que tienen una misión, la obligación de proteger la unidad de nuestra santa madre Iglesia católica. Somos las espadas y los escudos del rebaño de nuestro Señor”.


- ¿Qué es lo que debemos de temer?


-“Nos enfrentamos a un enemigo peligroso, ladino, mentiroso. Son herejes al decir que Dios no es uno, al pensar que son ángeles encerrados en cuerpos materiales, al decir que el mundo fue creado por el Diablo”.


- ¿Pero matar no es pecado?


-“Todas estas blasfemias ofenden a nuestro Señor y ponen en peligro la unidad de Nuestra Madre Iglesia. Y por ello estamos bendecidos y nuestros actos están justificados. ¡Mandándoles nosotros al Infierno nos ganaremos el Cielo!”.


- Pero la gente empieza a comentar si tantas matanzas y saqueos están realmente justificados. Estoy pensando en este preciso instante en la ciudad de Béziers y su trágico final.


-“La ira de Dios es y debe ser implacable, y nosotros somos el fuego purificador. Tal y como dije en aquel entonces, una vez muertos, Dios reconocería a sus hijos”.


- Pero, ¿y el interés político? No me negará usted que en esta cruzada hay más cosas en juego que la salvación de las almas.


-“Querido hijo, hoy en día religión y política no pueden ir separadas como bien sabrá. Si no resultaría complicado justificar todas las cruzadas a Tierra Santa, ¿no le parece? Pero en este caso en concreto le diré que tiene usted razón, hay más cosas en juego, pero no por ello se le puede considerar avaricia. Los nobles del Mediodía francés han protegido y han dado demasiadas alas a estos enemigos de la Iglesia, y si no fuera por ellos, no habrían llegado tan lejos. Derrotando a los nobles, les derrotaremos a ellos con más facilidad.



Herejes consumiendo sus pecados en el purificador fuego.


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