Lo último en arquitectura: la abadía de Saint-Denis

|

Catedral



Hoy trataremos en profundidad el caso de esta abadía cercana a París, de gran importancia en el pasado, aunque especialmente con el emperador Carlomagno, cuando se construyó la iglesia con forma de basílica.

Hasta hace poco tiempo, esta construcción cumplía con las características estéticas a las que estamos acostumbrados. Sin embargo, el abad Suger, ha emprendido un camino que difiere mucho del seguido anteriormente. Aunque se conservan muchos elementos, en la parte occidental observamos aquellos que se asemejan a otros edificios normandos, Suger ha introducido novedades. Según ha declarado a El Medievo:


“es necesaria una reforma para destacar las importantes reliquias de Saint-Denis con que contamos. Por eso la reforma va dirigida a que haya más luz en nuestra iglesia, aunque nos hemos encontrado algunos problemas. Nuestros arquitectos han tenido que realizar muchos estudios para repartir mejor el peso, ya que los muros eran muy gruesos y necesitábamos abrir ventanales. Al final hemos cambiado la forma de algunos arcos y hemos aumentado la altura, en general da una sensación de ligereza y luminosidad con la que estamos bastante satisfechos, nos ayudará a transmitir el mensaje del Señor”.


Según pudo apreciar nuestro enviado, sobre todo la zona de la cabecera ha sufrido enormes cambios. En general el edificio ahora luce más luminoso y decorado, sin esa sensación de pesadez de antes. Llaman especialmente la atención los grandes vidrios coloreados, la mayor complejidad de las bóvedas y la forma de los arcos, parecidos a una hoja.


Recordemos a los lectores que las ideas de la nueva Orden del Císter han calado profundamente en la mentalidad cristiana, que cuenta con clérigos de relevancia, como Bernardo de Claraval. Estos nuevos cambios arquitectónicos podrían estar relacionados con esta vuelta a la rigurosidad litúrgica, usando la luz para crear un ambiente propicio para la comunicación con Dios.


Puede que estemos siendo testigos de la aparición de las novedades que marquen las construcciones religiosas del día de mañana, o puede que esto tan sólo sea temporal y recuperemos la austeridad a la que estamos acostumbrados. Lo cierto es que esta abadía poco tiene que ver con lo anterior y no deja indiferente a nadie.



Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.